La economía circular es una oportunidad para la industria de la madera

El sector se reivindica como pionero en la economía sostenible. Más del 90 % de los materiales utilizados en sus fábricas, que emiten menos del uno por ciento de los gases contaminantes de la industria, se reciclan.

«Economía circular» es el término de moda. El que está en boca de todas las empresas. Pero hay industrias pioneras que ya cumplían (y cumplen) con todos los parámetros de sostenibilidad. Es el caso del sector de la madera. Pese a lo que se piensa, se trata de una de las industrias con mayor responsabilidad medioambiental que existen. Reduce, reutiliza y recicla. El 90 % de los materiales se vuelven a usar, y emite menos del 1 % de los gases contaminantes que salen de las actividades industriales en toda la Comunitat. Un ejemplo de sostenibilidad.

«Nuestro sector estaba en la economía circular antes de que ese término existiera. Por eso digo a las empresas de la federación que la economía circular es una gran oportunidad para la industria de la madera», señala Alejandro Bermejo, presidente de Fevama y Asemad, y CEO de Molduras Alto Turia S.L.

Bermejo fue uno de los asistentes al desayuno informativo celebrado el pasado miércoles en las instalaciones del Club Diario Levante, en el que se pusieron sobre la mesa las posibilidades de un material como la madera, muy eficiente, en obras civiles, rehabilitación de edificios y estructuras de nuevas viviendas, más aún en un contexto de emergencia climática en el que es necesario apostar por materiales menos contaminantes y reutilizables.

La cita, moderada por el periodista de Levante-EMV Julio Monreal, contó con la presencia del propio Alejandro Bermejo; Rafael Pérez (secretario general de Fevama y vocal de la Mesa Forestal de la Generalitat); Mariano Pérez (director emérito del instituto tecnológico Aidimme y presidente de la Plataforma Tecnológica Forestal Española); José Vicente Oliver (catedrático y profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio natural de la UPV y coordinador del Grupo de Investigación TICs contra el Cambio climático); Ana Ferrero (vocal de la junta directiva de Asemad, CEO de Majofesa y vocal de la Mesa Forestal de la Generalitat) ; y Vicente Folgado (Vicepresidente primero de Cámara Valencia y Administrador de Tableros Folgado S.L).

José Vicente Oliver comenzó desgranando los datos más relevantes, que dejan negro sobre blanco, por qué el sector de la madera es uno de los más respetuosos con el medio ambiente, y, paradójicamente, la mejor manera de preservar nuestros bosques.

«Tenemos 3,5 millones de metros cúbicos de madera en los montes en la Comunitat. La industria extrae cien mil cada año, no cubrimos ni el cinco por ciento. Eso no supone una huella ecológica negativa, todo lo contrario porque los bosques son un sumidero de carbono».

Sobre este tema, Mariano Pérez añadió que el hecho de que haya una industria maderera potente es la mejor noticia que puede haber para los bosques. «La percepción social sobre nuestro sector es mala, y es verdad que puede haber malas prácticas, pero la realidad es que el 90 % de consumo de madera de la Unión Europea (UE) procede de bosques gestión forestal sostenible. En los últimos 25 años los bosques de la UE han crecido 17 millones de hectáreas.

Los bosques crecen y están gestionados de forma sostenible si hay una industria fuerte. Los bosques que no dan acaban abandonados». La realidad, prosigue, es que «la cantidad de árboles cada año siempre es superior al uso que se hace de la madera. Se corta solo en torno al 50 por ciento del incremento, normalmente hay superávit de madera».

“Este es nuestro momento. Tenemos que ver el cambio de paradigma como una oportunidad, no como una amenaza”, dice Bermejo

Vicente Folgado incidió en la idea de la sostenibilidad, y explicó cómo la industria está acostumbrada a reutilizar casi todos sus materiales, por ejemplo en tableros. «Ya hace muchos años que nosotros estamos en ese mundo que ahora está en auge. Muchos muebles se hacen con madera reciclada desde hace tiempo».

Ana Ferrero explicó cómo el porcentaje de reciclado de la madera es, en la práctica, de un 100 %. «Todo se aprovecha y reutiliza. Cuando se hacen tablones, los restos de serrín y viruta que quedan al cortarlos se utilizan como combustible, o para pellet. Es una industria 100 % sostenible», señala.

Uno de esos usos, aunque no sea costumbre en España, es realizar vigas y estructuras de edificios, algo muy relacionado con otro concepto de moda, la llamada «ecoinnovación». En Europa es muy común usar madera en las estructuras de las viviendas, pero en la Comunitat, explicaron los ponentes, seguimos anclados al acero y al hormigón. Por eso la industria exporta buena parte al otro lado de los Pirineos.

«Los arquitectos e ingenieros estudiaban el hormigón y el acero, pero no había prontuarios sobre la madera» afirma Mariano Pérez, que ve ahí una explicación sobre el limitado uso del material en la construcción.

«Existen vigas de madera que, obviamente, pesan mucho menos que una de acero, pero que tienen el doble de resistencia que éste», cuenta Vicente Folgado. Paradójicamente, y tal y como añadió José Vicente Oliver «la madera es un material fantástico en relación con el fuego, aunque no lo parezca aguanta más que el acero. Cuando se calienta una madera no dilata. El acero sí que dilata. En un gran edificio público las grandes vigas de carga deben de ser de madera. El fuego degrada poquísimo la madera, que puede aguantar mucho más otros materiales», explica.

Las razones sobran, y más con dos leyes de cambio climático (estatal y valenciana) en proceso de gestación. Rafael Pérez defiende hacer pedagogía con los empresarios de la industria de la madera, ya que puede resultar una gran oportunidad para este sector. «A muchos empresarios les da vértigo una futura ley de cambio climático, pero hay que trasladarles que es positivo para nosotros, que vale la pena el esfuerzo».

La realidad es, según expresaron en el debate, que la industria de la madera está muy bien posicionada para los retos climáticos que vienen en el futuro, a largo y a corto plazo. Lo explicó Alejandro Bermejo: «Este es nuestro momento. Tenemos que verlo como una oportunidad, no como una amenaza. Siempre que nos contactan nuestros asociados para preguntarnos sobre economía circular les decimos que no hace falta que hagan nada, porque ya lo están haciendo. Nuestro sector podría haber sido tomado como ejemplo, porque llevamos así toda la vida».

A corto plazo, según contó Bermejo, las expectativas también son esperanzadoras. «Estamos en un momento en el que el sector del hábitat y sobre todo el de rehabilitar las viviendas puede ser el motor económico post pandemia, y nuestra industria ahí tiene mucho que decir», sentenció.

FUENTE: LEVANTE EMV